La libertad se paga
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Video: La LIBERTAD se paga CON SANGRE | Far Cry 6 #3 2024, Marcha
Anonim
La libertad de pagar la factura de su restaurante
La libertad de pagar la factura de su restaurante

Hubiera sido más fácil salirse con la suya con algo como: "recibimos y publicamos con mucho gusto", pero les voy a contar cosas que merecen más que copiar y pegar. En primer lugar, les comparto el texto de un correo electrónico que llegó ayer al buzón de Dissapore. Nos lo envía un restaurador que prefiere permanecer en el anonimato. ¿Por qué lo hago? Me parece una contribución importante a la discusión del lunes pasado sobre los críticos que, después de comer en el restaurante, fingen no pagar la cuenta. Una discusión que, me parece, ha sido abordada por gastronómicos y restauradores con un poco de hipocresía.

“… Es evidente que el restaurador no prevé ningún coste para la realización de la sesión de fotos, así como para la publicación del reportaje / reseña en el sitio web de Altissimo Ceto. Pero teniendo en cuenta que nuestra guía online (completamente gratuita) no genera ingresos / ingresos como ocurre con las guías tradicionales en papel, nuestro proyecto de guía independiente TAMBIÉN se apoya gracias al aporte y apoyo de los restauradores que en cualquier caso nos ACOGEN.para el comidao la cenadestinado a producir el reportaje que se publicará.

El que envió el correo electrónico al restaurador anónimo, me parece claro, es Claudio Sacco del sitio web Viaggiatore Gourmet. Probablemente el mismo del que se quejó el joven chef Francesco Sposito en el restaurante Taverna Estia, el lunes pasado.

Quiero ser claro, esto no es una diatriba moralista sobre los malos hábitos de Claudio Sacco. Creo que hay tantos críticos oficiales y blogs de comida que se comportan de la misma manera. Al menos Traveller Gourmet no pretende que todo se le deba a él y ay de quienes presenten el recibo. De hecho, advierte primero. ¿Quieres la revisión con una sesión de fotos? Sin embargo, acuerdos claros: no pago. Si hay algún problema, dígame de inmediato que no voy a ir.

Por eso el comportamiento de Francesco Sposito de la Taverna Estia nos pareció un hilo de hipocresía. Probablemente también recibió el correo electrónico de Gourmet Traveller y aceptó el acuerdo. Pero a falta de la tan esperada revisión, se encargó él mismo, cuidando de no mencionar nombres y apellidos.

Al final de este difícil post, me doy cuenta de que ha llegado el momento de hacerte la pregunta fatal. Concedido y no concedido que la ética 2.0 nos permita aceptar el método Traveller Gourmet, ¿qué pasa con la libertad de crítica en tal contexto? ¿Y si te sientes mal en un restaurante, no hables de eso?

Imagen: Favoritos de la comida de Simon

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